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El baile de los que quedan

En tiempos de crisis económica, muchas empresas se ven obligadas a realizar despidos masivos para ajustar sus costos operativos a la nueva realidad del mercado. Observando el impacto que estas decisiones tienen sobre el clima organizacional y el desempeño general, es fundamental profundizar en cómo los despidos masivos afectan a las organizaciones y la importancia de fortalecer al equipo humano que permanece.

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Los despidos masivos, aunque a veces necesarios, pueden tener consecuencias devastadoras en el ánimo y la motivación del personal que continúa en la empresa. La incertidumbre y el miedo al futuro se convierten en sentimientos comunes entre los empleados. Esta situación puede llevar a una reducción significativa en la productividad, a un clima laboral tenso y a la disminución de la lealtad hacia la empresa. Además, la pérdida de empleados frecuentemente conlleva la salida de talento clave y una acumulación de carga de trabajo para los que quedan, aumentando el estrés y la insatisfacción laboral.

Es esencial que durante el proceso de despidos, la transparencia y la comunicación abierta sean prioritarias. Los líderes deben esforzarse por explicar las razones detrás de las decisiones difíciles y cómo estás contribuyen a la sostenibilidad de la empresa a largo plazo. La falta de comunicación efectiva puede llevar a rumores y desinformación, que solo agravan la situación.

Una vez realizado el ajuste de personal, el siguiente paso crítico es reestructurar y fortalecer el equipo humano restante. Esto implica no solo reasignar roles y responsabilidades de manera estratégica, sino también invertir en el desarrollo y bienestar de los empleados. Programas de formación y desarrollo pueden ayudar a los empleados a adquirir nuevas habilidades que serán necesarias en la nueva estructura organizacional. Estas iniciativas no solo mejoran la capacidad operativa de la empresa, sino que también demuestran un compromiso con el desarrollo profesional y personal de los empleados, algo clave para mantener la motivación y el compromiso.

Además, es fundamental implementar programas de apoyo emocional y psicológico. Los despidos masivos pueden dejar a los empleados restantes sintiéndose inseguros y desvalorizados. Programas de asesoría, actividades de team building y espacios abiertos para la discusión de preocupaciones y sugerencias pueden contribuir significativamente a la reconstrucción del clima laboral y al fortalecimiento de la moral.

El liderazgo también juega un rol crucial en este proceso. Los líderes deben ser capaces de mostrar empatía y estar disponibles para escuchar las inquietudes de sus equipos. Liderar con el ejemplo y mantener una actitud positiva ayuda a modelar la conducta que se espera de todos en la organización. Los líderes efectivos son aquellos que logran inspirar y motivar a sus equipos, incluso en los momentos más difíciles.

"No es la ausencia de fracaso lo que nos asegura el éxito. Es la capacidad para recuperarse de los errores lo que hace la diferencia."
Sheryl Sandberg

Una vez pase un tiempo desde los despidos iniciales, resulta de gran utilidad la aplicación de la batería de riesgo psicosocial, no solo para cumplir con este requisito legal, sino porque es una herramienta absolutamente valiosa, sencilla y económica de conocer el estado mental del equipo, determinar áreas de intervención prioritaria y aquellos casos de estrés alto que deben ser gestionados de forma prioritaria.

En conclusión, los despidos masivos durante períodos de crisis económica son decisiones difíciles que pueden tener un impacto profundo en las organizaciones. Sin embargo, con las estrategias adecuadas y un enfoque en fortalecer al equipo humano que queda, las empresas no solo pueden sobrevivir a la tormenta, sino también emergen más fuertes y cohesionadas. Como profesionales de recursos humanos, nuestro papel es crucial para guiar a las empresas a través de estos procesos dolorosos, pero a veces necesarios, asegurando que el capital humano de la empresa continúe siendo una fuente de ventaja competitiva y resiliencia.

Juan Eduardo Montaña

Profesional sénior con más de 15 años de experiencia en el desarrollo e implementación de proyectos en Responsabilidad Social Empresarial. Actualmente, ocupo el cargo de coordinador de Responsabilidad Social en S&M SA. Mi trayectoria incluye roles como técnico y coordinador de Responsabilidad Social Corporativa en Holcim España, así como experiencia en el área técnica de Recursos Humanos para la misma organización.

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